Primera vez...

A veces tan solo se ama un lugar porque él se ha convertido en el dónde y el cuándo uno ha hecho cosas por primera vez. A ver, cosas que he hecho aquí por primera vez:

* Independizarme, vivir sola con todo lo que eso conlleva. Administrarme yo misma, COCINAR, programarme, lavar toda mi ropa, limpiar todo, encargarme de la basura, encargarme siempre de la compra, comprar fruta, verdura, carne, ordenar con mi criterio esta maldita casa.

* Por si no queda claro lo dicho ahí arriba: tener MI propia casa, mi propio espacio.

* Decorar una vivienda/habitación y hacerla mía (aunque muchas veces eso conlleve desorden...)

* Empezar de cero en un lugar nuevo, un país nuevo, con personas totalmente nuevas, sin nada del pasado.

* Cortarme el pelo a mí misma, bueno el flequillo, pero es mucho más de lo que me hubiera atrevido antes.

* Intentar decir siempre lo que pienso y siento. Es increíble lo sorprendidas que se han quedado algunas personas estas navidades, al volver, con los cambios que vieron en mí. Pero si ahora hablo! La pena es que a algunos le doy miedo... hay que ver cómo los papeles cambian...

* Vivir, sólo vivir sin que el miedo me frene.

* Una entrevista de trabajo en toda regla para una empresa seria (y en inglés!).

* Pedir trabajo como baby sitter (cuidar a tres monstruitos).

* Aprender idiomas nuevos (el inglés casi lo considero mi segunda lengua).

* Conocer personas de otras culturas, y aprender todo lo posible de sus visiones de la vida y del mundo.

* Sentir sin límites, conectar, perder el miedo a hacerlo, entregarme sabiendo que hay muchas condiciones y miedos por parte de la otra persona.

* Entregarme sin pensar en lo que va a pasar mañana...

* Comprender que el cuerpo necesita su tiempo, sus cuidados y sus regalos, que no son más que eso, regalos. Y que sin un cuerpo tranquilo y sano no puede haber una mente tranquila y sana.

* Experiencias nuevas que me han abierto los ojos, y me han enseñado que siempre quedan cosas por aprender, experimentar. Que siempre merece la pena seguir viviendo por las sorpresas que te tiene reservadas la vida, así, cuando no lo esperas.