lunes, 12 de marzo de 2007

Buenas noches

Hace un rato que llegué a a casa. Estuve con Laura, Nuria, Carmen y Miguel, charlando. Nos han contado qué tal han ido las cosas en Berlín. Bien, por supuesto!

Y cuando volvía a casa recibí una llamada de Vicky, que había estado de cena con su familia, y quería tomar algo, hablar de cómo se siente, de cómo nos sentimos todos. Así que con una bici que me prestó Miguel, nos fuimos al bar del sol. Y entre unos tequilas y unas cervezas estuvimos conversando mucho, mucho. Es una gran chica. Nos iremos a escalar el martes.

Y llego a casa, y me encuentro con tus mensajes... Entiendo eso de que antepones el bienestar de los demás al tuyo mismo. Lo entiendo, porque yo soy igual, me crié igual, y es algo tan arraigado en mí que no lo puedo cambiar. Si te digo la verdad, acabo de llegar de tu casa. Llegué a la mía, leí lo que habías escrito y salí, con la bici de Miguel hacia la tuya. Pero ya estabas durmiendo, tu luz estaba apagada. Así que me volví para la mía, con la medio borrachera que traigo (Vicky, tequilas, cervezas, ....).

Qué decirte a lo que me has escrito? Que nunca me he arrepentido ni me arrepentiré de los momentos juntos, que aunque te lo he explicado, te lo vuelvo a decir. Para mí esto es un gran regalo. Y si he de serte sincera, las dos primeras semanas, en que aún no sabido la verdad, yo he sido FELIZ. Y no te sientas culpable por si me has hecho, o me puedes hacer daño, porque lo que has conseguido tú, nadie en estos momentos podía haberlo conseguido. Y has movido cosas dentro de mí que tenían hasta telarañas. Y el modo en el que me sentí a tu lado no tiene comparación con nada, y por eso me siento agradecida. Y por eso he llegado a quererte. Porque como dijo Gabriel García Márquez: " No te quiero por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo". Porque tú me has hecho sentir cosas que tenía olvidadas, cosas que había aceptado que no existían.

Pero tú me has abierto los ojos, aunque no quisieras. Me has hecho ver, sentir, ser. Y no puedo estar más que agradecida, de que haya sido contigo. Cómo te he dicho de manera incansable todos estos días, sé lo que hay, sé lo que sientes, y sé a que me enfrento... y lo acepto. Acepto que no eres para mí, acepto que nunca podrás ser mío, acepto que nunca me querrás como tú sabes querer. Lo sé. Estoy cansada de repetírtelo. A ver si de una vez por todas te crees que soy consciente. Lo sé. Sé que tu lugar está en otro sitio, y que tu corazón está con esa mujer de Chile. Lo sé. Y de verdad quiero que busques tu camino, te encuentres a tí mismo y seas feliz. Tan feliz como me he sentido yo esas dos primeras semanas, como me siento cada vez que estoy contigo. Porque quiero que por fin puedas descansar, ser feliz, encontrar tu lugar, aunque ese lugar esté lejos de mí.

Pero mientras tanto, no es lícito que quiera vivir? No es lógico que quiera vivir aquello que me has dado sin habértelo pedido? Que quiera disfrutar de algo que no disfrutaba de esta manera en años? No consideras humano el que quiera vivir?

Y no me digas que tenga paciencia contigo. La tengo... porque quiero. Y entiendo que quieras protegernos a los dos, para que no suframos. Pero...existe alguna manera de ser feliz sin exponerse a estar triste? Como te dije, yo actúo así porque quiero, porque estoy convencida. Y no dudo ni una milésima de segundo, pensando si lo que hago está bien o no, porque yo haciéndolo soy medianamente feliz. Porque al menos puedo escoger si hacer algo o no, cosa que no muchos pueden decir.

Dices que mi sonrisa y mis ojos no son los mismos. Pero digo yo, es normal, no? Esas dos primeras semanas fui feliz a la sombra de la ignorancia, soñando algo que no era realidad, siendo FELIZ de verdad en muchos años, y sintiendo cosas nuevas y olvidadas. Pero ya no es la misma consciencia inocente de esas dos semanas. Sé que tu sitio está, si es posible, al lado de otra mujer (y como te he dicho, lo acepto). Y sabiendo eso, mi actitud es imposible que sea la misma. Además, también he notado un cambio en ti. No es sólo que me veas rara a mí. También tú has cambiado. Antes era natural que durmiéramos juntos cada noche, sin plantearnos por qué. Cosa que de verdad echo terriblemente de menos. Te dije una vez que siempre he preferido dormir sola, que una persona al lado por lo general me molesta. Pero contigo no ha sido así. A tu lado encuentro descanso. Y de verdad te digo, que después de ese tiempo durmiendo juntos, llegó un momento en que no sabía dormir sola. Te guste o no, es así. Y aunque acepte que tu actitud hacia mí no es la misma, te echo de menos por las noches. Porque poder abrazarte, o que me abraces, mientras me quedo dormida, es una sensación que no la cambiaría por nada.

Como no cambiaría por nada lo que ha sucedido entre tú y yo este último mes. Porque aunque haya cosas que me hayan dolido (sí, los marcianos también tenemos sentimientos), el balance es positivo. Y no desearía estar en otra parte o con otras personas. Si pudiera escoger, estaría aquí, contigo, haciendo lo que hago. Nada más.

Y te puedo decir que tú también me has ayudado a ver la vida con otros ojos, y a darme cuenta de que siempre hay sorpresas por las que merece la pena seguir adelante.

Gracias por esta sopresa, gracias por entrar en mi vida, gracias no sólo por ser tú sino por cómo soy yo cuando estoy contigo. Gracias por el cariño, la paciencia, las ganas de comprender a esta marciana, el cariño que sin querer me has dado.

Por eso es una pena que todo se pare aquí. Pero eso es una decisión tuya. Como diríamos en mi tierra: "dos no bailan si uno no quiere". Yo quiero seguir bailando, pero si seguimos bailando depende de ti. Yo acepto todas las condiciones que me has puesto, acepto todo. Sólo quiero vivir... vivir. Por qué no decides vivir un poco tú también? No hace mal a nadie... y es un entrenamiento para... seguir viviendo.

No te lío más, que me ha salido un mail más largo de lo que esperaba. Me voy a dormir, echándote de menos, aunque te pese. Te guste o no, ya no me gusta dormir sola.

Espero que te mejores, y que mañana te sientas bien de todo, para poder trabajar y seguir con tu vida. Espero que mañana podamos hablar, y al menos pueda verte la cara cuando me hablas. Te echo de menos.

Mil besos

No hay comentarios: