No quiero despertar

No me despiertes, no me hagas que deje de soñar. No me bajes de esta nube. No me hagas volver a la cruda realidad. No me hagas ver que todo esto es solo un sueño, no me hagas ver que todo esto podría ser una mentira, no me hagas ver que esto podría ser un error. No. No quiero despertar. No quiero salir de esto. No quiero agonizar antes de tiempo. Ya me llegará el día de llorar desconsoladamente, pero no quiero que sea hoy, aunque ya las lágrimas calientan mi rostro. No quiero despertar. No quiero dejar de soñar. Porque la vida es sueño, y los sueños... sueños son. Y formo parte de uno, y no quiero salir de él, pero siento que ya estoy abriendo los ojos. Y duele, duele en el alma. Porque todo sueño tiene un final, porque tras cada noche llega la mañana, en que uno abre los ojos y ... ve. Ve que el sueño se ha esfumado, se ha ido para siempre. Y aunque en ese momento se recuerde vívidamente, los sueños sueños son, y se olvidan rápido y con facilidad, confundiendo los detalles, pasando a formar parte del olvido. ¿Es que está todo destinado a formar parte del olvido? ¿Para qué nos queda soñar? Si se esfuma en la corriente del tiempo, si volvemos a la realidad con un duro golpe, si soñar es solo eso... soñar.